El Gobierno también tuvo superávit fiscal en octubre y espera una aceleración del gasto hacia fin de año.
El Ministerio de Economía aseguró que buscará utilizar el colchón fiscal de los primeros diez meses del año para afrontar la recta final del 2024.
El Gobierno informará este viernes el resultado de las cuentas públicas de octubre, que ya había anticipado como superavitario. Con ese colchón de ahorro fiscal acumulado en los primeros diez meses del año el Ministerio de Economía afrontará la recta final del 2024 que incluirá una aceleración en el ritmo del gasto público por cuestiones estacionales como el pago de aguinaldos de los salarios públicos y también, según estiman en el mercado, por la fórmula jubilatoria.
Como referencia, hasta septiembre, último dato oficial, el superávit financiero acumulado fue de 2,4 billones de pesos, que se eleva a casi 10 billones de pesos solo al considerar el excedente primario sin intereses de deuda. “En octubre, puedo decirles que nuevamente vamos a estar en un superávit financiero importante”, adelantó el ministro de Economía Luis Caputo esta semana en su discurso de cierre en la Conferencia Anual de la Fundación FIEL.
Como anticipo de lo que sucedió el mes pasado, los datos recopilados en base a información presupuestaria por parte de la consultora Analytica mostraron que en el décimo mes del año hubo una caída en términos reales del gasto primario de 27 por ciento. Como comparación, un mes antes esa poda fue de 30 por ciento. La misma consultora estimó que en los primeros diez meses del año el ajuste general alcanzó 29,7 por ciento.
Hasta septiembre, último dato oficial, el superávit financiero acumulado fue de 2,4 billones de pesos, que se eleva a casi 10 billones de pesos solo al considerar el excedente primario sin intereses de deuda.
El análisis por cada rubro identificó el inicio de un posible cambio de tendencia en la “fórmula” utilizada por el Ministerio de Economía para mantener a raya el gasto y sostener el equilibrio en las cuentas públicas. Los datos de Analytica se basaron en información de gasto devengado -es decir, comprometido, pero no efectivamente pagado-, que es el método con el que la Secretaría de Hacienda mide el resultado fiscal, por lo que los números finales resultaron diferentes.
Los números evidenciaron que el Gobierno precisó apoyarse en un recorte más acelerado en otras partidas a medida que las erogaciones previsionales tomaron mayor impulso. Como comparación, mientras en octubre la caída del gasto en términos reales en jubilaciones fue de 2,4% según Analytica, al observar el acumulado de los meses transcurridos en 2024, esa cifra ascendió a 18,3 por ciento.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), en tanto, midió en su último informe de ejecución presupuestaria hasta octubre -también toma como metodología el gasto devengado- que “en el transcurso de diez meses del año la Administración Nacional tuvo un superávit primario de $9,6 billones y un resultado positivo financiero -que computa el pago de intereses de la deuda- de $1,8 billones”.
En ese sentido, ese organismo que depende del parlamento señaló que “los ingresos de la Administración Nacional ajustados por IPC se redujeron 5% respecto al mismo lapso del año anterior, con un comportamiento diferente en los gravámenes ligados al comercio exterior, que crecieron 11,8%”, puntualizaron. Y por otro lado que “los gastos totales se contrajeron 27,7% anual, con mayores bajas en gastos de capital (-77,5% anual) y transferencias a provincias (-76,9% anual). Las jubilaciones y pensiones (-18,9% anual) continúan representando el concepto que explica la mayor parte de la baja del gasto, aunque mes a mes vienen descontando dicha baja”, midieron.
Con ese colchón de ahorro fiscal acumulado en los primeros diez meses del año el Ministerio de Economía afrontará la recta final del 2024 que incluirá una aceleración de gasto por cuestiones estacionales como el pago de aguinaldos y por la fórmula jubilatoria
Un informe del economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) aseguró que el colchón de ahorro fiscal de los primeros diez meses del año debería servir para cerrar el ejercicio 2024 con equilibrio en las cuentas públicas, ante una recta final con expansión en algunas áreas de gasto decisivas, como el pago de haberes, intereses de deuda o aguinaldos tanto para salarios públicos como para jubilaciones.
“Si bien resulta complejo hacer una proyección, es posible afirmar que tal vez el mes de noviembre ya registre una suba real interanual, quizás mínima. En diciembre se daría un incremento real interanual mayor”, mencionó. “Es posible que el gasto en jubilaciones tenga una suba real interanual del 0,6% en noviembre y del 2,9% en diciembre”, observó, y señaló que “el último bimestre finalizaría con una suba real interanual, luego de varios meses de caídas permanentes”.
También proyectó cómo podría ser 2025 con esa fórmula mensual, en un escenario de desaceleración sostenida de la inflación, a un ritmo tal que alcance el 2% mensual a finales de ese año (48% interanual). En ese caso, “el haber anual real tendría una mejora del 15% respecto a 2024″, pero “si el Gobierno mantiene fijo el valor del bono en 70.000 pesos durante todo 2025, el ingreso anual real de las personas que cobran la mínima sería prácticamente igual al de 2024″, aseguró el director de Iaraf.
FUENTE: INFOBAE.